Construir software sencillo no es un capricho estético. Es una estrategia consciente para entregar valor de negocio a buen ritmo y con bajo riesgo, asegurando que las soluciones puedan evolucionar sin frenar a los equipos.
Los principios DRY, KISS y YAGNI actúan como herramientas concretas para mantener la simplicidad. Cuando los aplicamos, logramos código claro, predecible y confiable.
Un diseño simple permite que las funcionalidades avanzadas lleguen al usuario rápidamente. Cuanto menor sea la cantidad de piezas movibles, más fácil es ensamblar nuevas historias y detectar regresiones.
Los equipos que practican la simplicidad reducen cuellos de botella en revisiones, eliminan la necesidad de documentación excesiva y evitan re-trabajos provocados por arquitecturas innecesariamente complejas.
La complejidad es un caldo de cultivo para los defectos. Las zonas densas en condicionales, banderas y duplicaciones son escenarios frecuentes de errores críticos. Mantener la simplicidad facilita escribir pruebas, razonar sobre el comportamiento y aplicar correcciones localizadas.
Las bases de código simples fomentan la automatización de pruebas porque sus componentes son pequeños y comprensibles, generando resultados confiables sin grandes esfuerzos de mantenimiento.
Cada clase innecesaria o abstracción prematura aumenta el costo total de propiedad del software. La simplicidad minimiza el tiempo invertido en comprender el sistema y disminuye la probabilidad de introducir regresiones cuando se corrige un defecto o se agrega una nueva funcionalidad.
Este efecto económico resulta especialmente relevante en productos que deben sostenerse durante años, donde la mayor parte del presupuesto se consume en mantenimiento y no en desarrollo inicial.
Un código simple acorta el tiempo de onboarding y reduce la dependencia de especialistas. El conocimiento se distribuye de manera natural porque las soluciones son fáciles de explicar, revisar y modificar.
Los equipos que priorizan la simplicidad obtienen revisiones más productivas y conversaciones técnicas enfocadas en el problema del negocio, en lugar de justificar decisiones complejas que nadie comprende del todo.
Las metodologías iterativas, como Scrum, dependen de ciclos cortos de retroalimentación. Sin simplicidad, mantener ese ritmo se vuelve imposible porque cada iteración debe lidiar con un entramado complicado.
La simplicidad permite responder a los cambios contemplados por el Manifiesto Ágil, evitando que el diseño se transforme en una carga que inmoviliza la evolución del producto.
Identificar a tiempo la pérdida de simplicidad evita refactorizaciones costosas. Algunas señales frecuentes son:
El software complejo es más costoso de auditar, escalar y proteger. Un código simple, modular y bien probado reduce la superficie de ataque, facilita reenfocar responsabilidades y permite reaccionar rápidamente ante incidentes.
También facilita el cumplimiento de regulaciones o estándares internos, porque cada componente exhibe responsabilidades concretas y trazabilidad directa hacia los requisitos del negocio.
Los productos exitosos atraviesan cambios tecnológicos. La simplicidad deja espacio para evolucionar gradualmente hacia nuevas herramientas sin descuidar la estabilidad. Cuando el diseño es liviano, migrar un servicio, extraer un módulo o reemplazar una librería se vuelve manejable.
La simplicidad también reduce el consumo de recursos. Las soluciones directas demandan menos memoria, ciclos de CPU y recursos de infraestructura, contribuyendo a una operación más eficiente.
Veamos cómo la simplicidad impacta la extensión de un servicio web. Primer enfoque (complejo):
class ReporteVentasController {
private final ServicioDeVentas servicio;
private final MotorReglas motorReglas;
private final GeneradorExcel excel;
private final GeneradorPdf pdf;
private final Auditor auditor;
ReporteVentasController(ServicioDeVentas servicio,
MotorReglas motorReglas,
GeneradorExcel excel,
GeneradorPdf pdf,
Auditor auditor) {
this.servicio = servicio;
this.motorReglas = motorReglas;
this.excel = excel;
this.pdf = pdf;
this.auditor = auditor;
}
byte[] generar(String formato, LocalDate desde, LocalDate hasta, boolean incluirImpuestos) {
List<Venta> ventas = servicio.obtener(desde, hasta);
ventas = motorReglas.aplicarDescuentos(ventas, incluirImpuestos);
auditor.registrar(desde, hasta, ventas.size());
if ("PDF".equals(formato)) {
return pdf.generar(ventas);
}
if ("CSV".equals(formato)) {
return excel.generar(ventas);
}
throw new IllegalArgumentException("Formato no soportado");
}
}
El controlador mezcla reglas de negocio, auditoría y conocimiento detallado de formatos. Extenderlo implica tocar varias piezas y recordar pasar por cada condicional. Una alternativa simple delega responsabilidades:
class ReporteVentasController {
private final ServicioDeVentas servicio;
private final ExportadorDeReporte exportador;
private final RegistroDeAuditoria auditoria;
ReporteVentasController(ServicioDeVentas servicio,
ExportadorDeReporte exportador,
RegistroDeAuditoria auditoria) {
this.servicio = servicio;
this.exportador = exportador;
this.auditoria = auditoria;
}
byte[] generar(FormatoReporte formato, LocalDate desde, LocalDate hasta) {
List<Venta> ventas = servicio.obtener(desde, hasta);
auditoria.registrar(desde, hasta, ventas.size());
return exportador.generar(formato, ventas);
}
}
La nueva versión separa la auditoría y la exportación. Agregar un formato o una regla adicional ya no requiere modificar el controlador. Aplicamos KISS al mantener el controlador enfocado, DRY al centralizar la generación y YAGNI al evitar banderas que nadie usa.
Para que la simplicidad perdure conviene adoptar hábitos como:
La simplicidad es un multiplicador que afecta todo el ciclo de vida del software. Al adoptarla como valor central, los equipos se vuelven más adaptables, productivos y consistentes.
En el próximo tema profundizaremos la relación entre la simplicidad y la mantenibilidad del código, explorando patrones prácticos para sostenerla cuando el sistema crece.