1 - ¿Qué son las estructuras de datos?

Una estructura de datos es una forma organizada de guardar información en memoria para manipularla de manera eficiente. No es solo una colección de valores: incluye reglas claras para insertar, eliminar, buscar y recorrer esos valores, además de invariantes que garantizan su consistencia.

En esta primera parte del tutorial nos enfocamos en la idea general y en cómo la elección correcta reduce tiempos, ahorra recursos y mantiene nuestro código legible. También veremos que el concepto cruza toda la carrera de un programador: desde diseñar un juego simple hasta optimizar sistemas distribuidos con millones de usuarios.

Comprender estructuras de datos implica mirar el problema desde dos lentes: la abstracción (qué necesitamos representar) y la implementación (cómo lo almacenamos efectivamente). Las siguientes subsecciones profundizan en esos dos niveles.

1. ¿Qué son las estructuras de datos?

Responden a la pregunta: “¿Cómo represento este problema en memoria para trabajar con él?”. Cuando elegimos una estructura adecuada podemos acceder a los datos en el orden correcto, aplicar restricciones y permitir que los algoritmos funcionen con el menor costo posible.

Una buena definición no solo describe el contenedor sino también los permisos de uso. Por ejemplo, saber que una pila prohíbe extraer elementos del medio nos obliga a diseñar algoritmos compatibles con esa restricción. Esta claridad evita errores y hace posible razonar sobre el desempeño antes de escribir código.

1.1 Definición formal y propósito

Formalmente, una estructura de datos define tres elementos clave:

  • Un conjunto de valores permitidos (enteros, cadenas, nodos, registros, etc.).
  • Una relación entre esos valores (ordenados, jerárquicos, dispersos, en red).
  • Un repertorio de operaciones legales (insertar, eliminar, consultar, iterar, actualizar).

Su propósito es ofrecer un modelo estable que podamos reutilizar sin reescribir detalles de bajo nivel cada vez. Actúa como un puente entre la abstracción del problema y la representación concreta en memoria o en disco.

En la literatura es común describir a las estructuras de datos como implementaciones concretas de un Tipo de Dato Abstracto (TDA). La definición formal delimita qué está permitido y qué no, lo que facilita razonar sobre pruebas, corrección y verificación formal.

Además, cada estructura posee invariantes (propiedades que siempre deben cumplirse). Por ejemplo, en un árbol binario de búsqueda todo nodo a la izquierda es menor y todo nodo a la derecha es mayor. Estos invariantes son la base para escribir algoritmos seguros.

1.2 Relación entre datos, operaciones y algoritmos

Los datos describen el estado; las operaciones delimitan las acciones posibles sobre ese estado; y los algoritmos indican el paso a paso para ejecutar esas operaciones con un costo determinado. Cambiar la estructura de datos modifica las operaciones disponibles y, por lo tanto, transforma los algoritmos viables.

En la práctica seguimos una cadena lógica:

  • Modelo los datos: defino qué necesito guardar (por ejemplo, usuarios, conexiones, prioridades).
  • Selecciono operaciones clave: ¿debo insertar, ordenar, buscar o resumir esos datos?
  • Aplico algoritmos compatibles: elijo procedimientos que aprovechen la estructura (recorridos, búsquedas, balanceos).

Por ejemplo, la búsqueda de un elemento en un arreglo ordenado habilita la búsqueda binaria en O(log n), mientras que almacenarlo en una lista no ordenada obliga a recorrerla en O(n). La información es la misma; la diferencia está en la forma en que la organizamos.

Este nexo también se ve en estructuras como las tablas hash: ofrecen inserciones y búsquedas casi constantes, pero a cambio renuncian al orden. Saberlo de antemano evita diseñar algoritmos que requieran ordenamiento posterior.

1.3 ¿Por qué existen múltiples tipos de estructuras?

No existe una estructura universal porque cada problema tiene prioridades distintas. Algunas se centran en el acceso rápido (tablas hash), otras en mantener el orden (árboles balanceados) o en restringir la forma de inserción (pilas y colas). Elegimos entre ellas según:

  • Restricciones de tiempo: cuánto tardan sus operaciones en el mejor y en el peor caso.
  • Uso de memoria: si requieren bloques contiguos, referencias adicionales o permiten crecer de forma dinámica.
  • Reglas del dominio: un simulador de aerolíneas exige prioridades, mientras que un chat necesita preservar el orden de llegada.
  • Complejidad de implementación: a veces una estructura más simple reduce errores y facilita el mantenimiento, aunque no sea la más eficiente.

La diversidad también proviene del hardware. Un sensor con memoria limitada privilegia estructuras compactas, mientras que un servidor con gigabytes disponibles puede usar representaciones más ricas. En sistemas reales combinamos varias estructuras para aprovechar sus fortalezas.

1.4 Ejemplos cotidianos para ilustrar el concepto

  • Agenda telefónica: funciona como una lista ordenada por nombre. Facilita búsquedas rápidas porque el criterio de orden es conocido.
  • Fila del supermercado: es una cola (queue). El primero en entrar es el primero en salir y no hay adelantos, lo que simplifica la gestión del turno.
  • Pila de platos: imita a una pila (stack). Solo podemos tomar o dejar platos por la parte superior, así que el último en entrar es el primero en salir.
  • Mapa de una ciudad: se asemeja a un grafo; cada esquina es un nodo y las calles son las aristas que conectan posibles recorridos.
  • Biblioteca doméstica: ordenar libros por género y autor recuerda a un árbol jerárquico, donde cada nivel especializa la búsqueda.
  • Bandeja de correo: una carpeta de favoritos actúa como un conjunto (set); lo importante es la pertenencia, no el orden.

Estas analogías muestran que las estructuras de datos no son teoría distante: describen patrones que usamos a diario al organizar objetos, turnos o recorridos.

Siempre que priorizamos criterios como orden, prioridad o pertenencia estamos definiendo una estructura mental. Aprender la versión computacional simplemente formaliza esas reglas para que las pueda ejecutar una máquina.