La velocidad del equipo es una métrica empírica que resume cuántos Story Points u otras unidades equivalentes logra completar un equipo por iteración. Su objetivo no es presionar para “ir más rápido”, sino ofrecer visibilidad realista sobre la capacidad de entrega en marcos como Scrum y otros enfoques iterativos.
Medir la velocidad con disciplina ayuda a moderar expectativas, detectar variaciones tempranas y construir planes de liberación basados en hechos. Sin embargo, requiere comprensión compartida para no caer en interpretaciones erróneas.
La velocidad indica el volumen de trabajo que el equipo ha terminado y aceptado durante un sprint. Solo se contabilizan historias finalizadas según la Definición de Hecho, lo que garantiza que la métrica refleje valor entregado y no tareas parciales.
Características clave:
Comprender qué representa evita usar la velocidad como un objetivo arbitrario; se trata de una métrica descriptiva, no prescriptiva.
El cálculo de la velocidad es sencillo, pero requiere consistencia:
Un ejemplo numérico:
Sprint | Puntos completados | Promedio móvil (últimos 3) |
---|---|---|
1 | 18 | 18 |
2 | 20 | 19 |
3 | 16 | 18 |
4 | 22 | 19,3 |
El promedio móvil ayuda a suavizar picos extraordinarios y sirve como referencia para la planificación del siguiente sprint.
Una vez establecida, la velocidad aporta información fiable para decisiones de mediano plazo:
Estas proyecciones deben revisarse cada iteración para incorporar aprendizajes y ajustar compromisos con los stakeholders.
La velocidad es útil, pero mal utilizada puede generar incentivos contraproducentes. Entre los errores frecuentes se encuentran:
Mal interpretación | Por qué es un problema | Cómo abordarlo |
---|---|---|
Comparar velocidades entre equipos | Cada equipo tiene contexto y escala propios, por lo que la comparación induce competencia injustificada. | Usar la métrica solo para el equipo que la genera y fomentar la mejora interna. |
Fijar objetivos de velocidad arbitrarios | Empuja a inflar estimaciones o a descuidar la calidad para “cumplir” con un número. | Enfocar las metas en valor entregado y calidad, no en la cifra de puntos. |
Contabilizar trabajo no terminado | Distorsiona la métrica y genera falsa sensación de avance. | Registrar solo historias completadas según la Definición de Hecho. |
Ignorar cambios en la composición del equipo | La velocidad histórica deja de ser representativa cuando hay rotación o vacaciones. | Recalcular el promedio considerando la nueva realidad y recalibrar expectativas. |
Reconocer estas limitaciones mantiene la velocidad como una medida saludable que acompaña el aprendizaje continuo del equipo.
Usar la velocidad con criterio permite construir planes confiables y flexibles, siempre que se combine con diálogo constante, retrospectivas y una visión centrada en el valor entregado.