6. Velocidad del equipo (Team Velocity)

La velocidad del equipo es una métrica empírica que resume cuántos Story Points u otras unidades equivalentes logra completar un equipo por iteración. Su objetivo no es presionar para “ir más rápido”, sino ofrecer visibilidad realista sobre la capacidad de entrega en marcos como Scrum y otros enfoques iterativos.

Medir la velocidad con disciplina ayuda a moderar expectativas, detectar variaciones tempranas y construir planes de liberación basados en hechos. Sin embargo, requiere comprensión compartida para no caer en interpretaciones erróneas.

6.1. Qué representa la velocidad

La velocidad indica el volumen de trabajo que el equipo ha terminado y aceptado durante un sprint. Solo se contabilizan historias finalizadas según la Definición de Hecho, lo que garantiza que la métrica refleje valor entregado y no tareas parciales.

Características clave:

  • Es específica de cada equipo: depende de su composición, experiencia, herramientas y contexto.
  • Se basa en datos históricos: no es una estimación nueva, sino el registro de lo que realmente sucedió.
  • Tiene variabilidad natural: cambios en disponibilidad, rotación de personas o interrupciones externas afectan la cifra.

Comprender qué representa evita usar la velocidad como un objetivo arbitrario; se trata de una métrica descriptiva, no prescriptiva.

6.2. Cómo calcularla y actualizarla sprint a sprint

El cálculo de la velocidad es sencillo, pero requiere consistencia:

  1. Al cierre de cada sprint, sumar los Story Points de todas las historias terminadas según los criterios acordados.
  2. Registrar la cifra en una tabla o tablero visible para el equipo.
  3. Actualizar el promedio móvil (por ejemplo, de los últimos cinco sprints) para suavizar variaciones extremas.

Un ejemplo numérico:

Sprint Puntos completados Promedio móvil (últimos 3)
1 18 18
2 20 19
3 16 18
4 22 19,3

El promedio móvil ayuda a suavizar picos extraordinarios y sirve como referencia para la planificación del siguiente sprint.

6.3. Usos para la planificación de entregas futuras

Una vez establecida, la velocidad aporta información fiable para decisiones de mediano plazo:

  • Construcción del Sprint Backlog: seleccionar historias cuyo total de puntos esté alineado con la velocidad promedio, reservando margen para imprevistos.
  • Proyección de releases: dividir los puntos pendientes del Product Backlog por la velocidad media produce una estimación de sprints necesarios.
  • Análisis de escenarios: simular cambios de alcance o de personal observando cómo impactarían la capacidad futura.

Estas proyecciones deben revisarse cada iteración para incorporar aprendizajes y ajustar compromisos con los stakeholders.

6.4. Limitaciones y malas interpretaciones comunes

La velocidad es útil, pero mal utilizada puede generar incentivos contraproducentes. Entre los errores frecuentes se encuentran:

Mal interpretación Por qué es un problema Cómo abordarlo
Comparar velocidades entre equipos Cada equipo tiene contexto y escala propios, por lo que la comparación induce competencia injustificada. Usar la métrica solo para el equipo que la genera y fomentar la mejora interna.
Fijar objetivos de velocidad arbitrarios Empuja a inflar estimaciones o a descuidar la calidad para “cumplir” con un número. Enfocar las metas en valor entregado y calidad, no en la cifra de puntos.
Contabilizar trabajo no terminado Distorsiona la métrica y genera falsa sensación de avance. Registrar solo historias completadas según la Definición de Hecho.
Ignorar cambios en la composición del equipo La velocidad histórica deja de ser representativa cuando hay rotación o vacaciones. Recalcular el promedio considerando la nueva realidad y recalibrar expectativas.

Reconocer estas limitaciones mantiene la velocidad como una medida saludable que acompaña el aprendizaje continuo del equipo.

Usar la velocidad con criterio permite construir planes confiables y flexibles, siempre que se combine con diálogo constante, retrospectivas y una visión centrada en el valor entregado.