La Retrospectiva del Sprint es la última ceremonia de un sprint y una de las más importantes para la mejora continua. Es una reunión para que el equipo Scrum (solo el equipo, sin stakeholders) inspeccione su propio proceso de trabajo y cree un plan para mejorar la forma en que colaboran y entregan valor.
El objetivo de la retrospectiva es crear un espacio seguro donde el equipo pueda hablar honestamente sobre el sprint que acaba de terminar. La conversación se centra en el proceso, no en el producto. Se analizan las personas, las relaciones, las herramientas y los procesos.
Existen muchas técnicas para facilitar esta reflexión. La elección de la técnica puede variar para mantener las retrospectivas frescas y participativas.
Una retrospectiva no es útil si solo se queda en la conversación. El resultado más importante de esta reunión es un plan de acción. El equipo debe identificar una o dos mejoras concretas y alcanzables que se compromete a implementar en el próximo sprint.
Estas acciones de mejora se deben tratar como cualquier otro elemento de trabajo. A menudo, se añaden al Backlog del Sprint del siguiente sprint para asegurar que se les dé seguimiento. Las acciones deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido (SMART).
Mal ejemplo de acción: "Mejorar la comunicación." (Es vago, no se puede medir).
Buen ejemplo de acción: "Crear un canal de Slack dedicado para las consultas del equipo de marketing y establecer que se revisará dos veces al día (a las 10 a.m. y a las 4 p.m.) para evitar interrupciones constantes." (Es específico, medible y accionable).
Para priorizar las acciones, el equipo puede usar una matriz simple de Impacto vs. Esfuerzo. Se deben enfocar primero en las acciones de alto impacto y bajo esfuerzo, ya que ofrecen ganancias rápidas y motivan al equipo.
La retrospectiva es el motor del principio ágil de la mejora continua (también conocido como Kaizen). Para que sea efectiva, el Scrum Master juega un papel crucial en fomentar un ambiente de seguridad psicológica, confianza y transparencia. El equipo debe sentir que puede hablar abiertamente de los problemas sin miedo a culpas o represalias.
La directriz principal de cualquier retrospectiva, popularizada por Norman Kerth, es:
"Independientemente de lo que descubramos, entendemos y creemos verdaderamente que todos hicieron el mejor trabajo que pudieron, dados sus conocimientos, sus habilidades y capacidades, los recursos disponibles y la situación en ese momento."
Al adoptar esta mentalidad, el equipo deja de buscar culpables y se centra en mejorar el sistema. La retrospectiva se convierte en una poderosa herramienta para que el equipo se apropie de su proceso, resuelva sus propios problemas y, en última instancia, se vuelva más efectivo y feliz.
Es importante estar atento a ciertas dinámicas que pueden hacer que una retrospectiva sea ineficaz o incluso dañina: