Iniciamos el recorrido por las metodologías de desarrollo comprendiendo qué significa adoptar una guía formal para construir software y por qué influye en la calidad del producto final.
Una metodología de desarrollo de software es un conjunto organizado de principios, prácticas y artefactos que orientan a un equipo durante la creación y el mantenimiento de un sistema. Establece la secuencia de actividades, los entregables esperados y las responsabilidades de cada rol, permitiendo trabajar de forma repetible y medible.
Muchas organizaciones apoyan sus metodologías internas en normas como ISO/IEC 12207, que describe procesos estándar para el ciclo de vida del software, o en recomendaciones profesionales como las del IEEE Computer Society.
Los términos relacionados con la gestión del desarrollo suelen usarse indistintamente, pero es importante distinguirlos para elegir la combinación adecuada.
Método: Guía paso a paso enfocada en una actividad específica. Por ejemplo, el método MoSCoW ayuda a priorizar requisitos clasificándolos en imprescindibles, deseables o prescindibles.
Técnica: Recurso puntual o herramienta concreta utilizada dentro de un método o proceso. El desarrollo guiado por pruebas (TDD) es una técnica que define cómo escribir código comenzando por los tests.
Proceso: Secuencia estructurada de actividades que transforma insumos en productos. Un proceso puede incluir métodos y técnicas; por ejemplo, el proceso de gestión de requisitos abarca la captura, el análisis, la documentación y la validación.
Marco de trabajo: Conjunto de roles, eventos y artefactos que establece una filosofía completa de trabajo. Scrum es un marco adaptable que incluye reuniones periódicas, un backlog priorizado (lista ordenada de tareas e ideas pendientes que se revisa constantemente) y responsabilidades claras para el Product Owner, el Scrum Master y el equipo de desarrollo.
Sin una metodología clara, cada integrante tomaría decisiones aisladas, se duplicarían esfuerzos y el seguimiento del avance dependería de la memoria individual. La sistematización reduce esa incertidumbre y sienta las bases para adoptar prácticas más avanzadas como DevOps o modelos de madurez tipo CMMI.